3.12.10

Los siete caballeros

En el año 2008, durante nuestro primer año de carrera, hicimos un cuentacuentos en un colegio de la provincia de Albacete, a dos clases de 1º de Primaria, como parte práctica de un trabajo sobre Animación a la lectura

La reacción de los niños fue positiva, porque éstos dejaron volar su imaginación desde que empezó el cuento. Después de la representación realizaron unas actividades con las que podríamos comprobar si los niños habían comprendido el cuento y si recordaban de todo lo visto y oído. Una de las actividades consistía en realizar un dibujo sobre lo que les había sugerido el cuento.

Decidimos hacer un cuento que no fuera popular, para captar la atención de los niños y para saber si realmente los niños habían captado la idea principal, y habían prestado atención a los personajes. Creemos que un cuentacuentos es muy importante para que los niños se inicien en el hábito de la lectura, activen su imaginación, y sean capaces de representar las imágenes y los sonidos del cuento en su cabeza.

Elegimos el cuento de “Los Siete Caballeros”, que es el siguiente:

         Érase una vez, hace ya muchos años, en el Reino de los Colores había siete caballeros, todos muy valientes y osados y muy orgullosos de su color.
         El caballero rojo decía muy satisfecho:
-         Mi color es el más bonito. Mirad el fuego, las cerezas, las fresas y aquellas rosas rojas que parecen una llama viva.
     El caballero anaranjado le replicaba siempre:
-         El color rojo es el de la sangre, pero el mío es el color de las naranjas y de las mandarinas, y de las nubes cuando se pone el sol.
     Enseguida se entrometía el caballero amarillo:
-         Yo sí soy hermoso. Mirad el sol, el oro, los limones, la miel y muchas flores del campo.
     El caballero verde rompía a reír:
-         El mundo es verde cuando está vivo. Mirad los montes, las praderas y los bosques.
     Pero el caballero azul gritaba:
-         Si de algún color es el mundo, ese es el azul. Mirad el mar y el cielo, que es una inmensa bóveda.
     El caballero añil decía presumido:
-         Mirad las montañas en la lejanía a media tarde cuando el sol le da de soslayo. Son de color añil.
     Para terminar decía el caballero violeta:
-         La violeta es la flor más perfumada y más delicada del bosque. Es el color del sentimiento y de la emoción, del cielo en el crepúsculo.

         Y cada uno de ellos se pasaba horas antes el espejo contemplando los reflejos de su color; porque todos se creían el mejor y sólo veían defectos en los demás.

         Un día, el rey blanco y negro y la reina rosa les llamaron y les dijeron:
-         Estamos hartos de vuestras peleas y vuestras vanidades. Os ordenamos que en adelante vayáis siempre juntos y no discutáis por vuestras diferencias... ¡qué aburrimiento si todos fuerais iguales! Se va a casar mi hija la princesa blanca y quiero decorar la portada de mi palacio con el adorno más bello que nadie haya visto jamás, os lo dejo en vuestras manos, caballeros de colores.

         Los caballeros, como siempre muy vanidosos, empezaron a discutir y no se ponían de acuerdo. Entonces el rey los expulsó y los mandó más allá de las nubes. Allí ocurrió algo que nadie podía imaginar. Formaron el arco más bonito y esplendoroso que nadie había visto: el arco iris. Todos los caballeros conservaban su color pero estaban juntos. Aquello parecía a la vez una llama ardiente, una cesta de naranjas, un rayo de sol, un retazo de bosque, un sorbo de mar, una canasta de uva madura y el cielo en el crepúsculo. ¡Era fantástico!

Y estan son algunas de las actividades que hicieron estos niños:




 

1 comentario:

  1. Vaya como trabajan estos chichos y chicas, se nota que les gusta leer y descubrir.
    A nuestro alumnado de Lugo de Llanera, en Asturias también les encanta sumergirse en la lectura.

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